jueves, 10 de diciembre de 2009

Tecnologias para el Trabajo Colaborativo


Las Perspectivas de las Redes Sociales


De Ugarte, advierte que la forma de la red en la que se transmite la información está transformándose, donde Internet impulsan a asumir cada vez más una forma distribuida en la que cualquiera puede, potencialmente, encontrar, reconocer y comunicar con cualquiera.
Este mundo distribuido está dando a luz un medio de comunicación a su imagen y semejanza: la blogsfera, el conjunto de herramientas online de publicación y comunicación personal.

En conjunto, este medio de comunicación puede, en partes cada vez mayores del globo y no precisamente de forma más espectacular en los países más desarrollados, cambiar la agenda pública, elevar a tema de debate social cuestiones que los medios tradicionales no abordan o filtran. Un blog no es un medio, pero el conjunto de blogs sí lo es.

El ciberactivismo es una estrategia para formar coaliciones temporales de personas que, utilizando herramientas de esa red, generen la masa crítica suficiente de información y debate para que este debate trascienda la blogsfera y salga a la calle o se modifique de forma perceptible el comportamiento de un número amplio de personas.

En un mundo así, todos, empresas, activistas sociales y, en general, cualquiera que quiera difundir una idea lo más ampliamente posible están abocados al ciberactivismo, es decir, a comunicar pensando en la forma en que otros retransmitirán su idea a otros que, a su vez, harán lo mismo con otros en una cadena lo más amplia posible.

Todo esto implica pensar en las relaciones sociales, en la dialéctica de la interlocución con otros, de una manera completamente nueva, una manera en la que hay un número indeterminado de agentes activos, de posiciones, de identidades. Vivir y comunicar en red supone previamente aceptar y vivir en diversidad.
Por lo que la perspectiva de redes sociales constituye un espacio de reflexión especial. En este espacio confluyen disciplinas y tradiciones intelectuales diversas y personas con intereses muy diversos.
Uno de los aspectos más significativos de las redes sociales hoy reside en su faz productiva, en la posibilidad de diseñar. Porque si bien muchas veces la producción es desigual y competitiva, fomentando la cultura del mérito (donde pocos nodos producen mucha información con un alto valor agregado en sí mismo) el valor total del conocimiento destilado por una red es exponencialmente proporcional a la cantidad de nodos, donde el agregado de nuevos miembros enriquece muchísimo a una red existente.
En la producción de conocimientos colaborativamente y que, inevitablemente, cualquier producción de saber es relacional, conectiva y plural. Es precisamente este movimiento de lo individual a lo conectivo lo que De Ugarte expresa como Del yo-rey al nosotros-red, del blog egoísta al blog nodo de red.
El blog ha sido un imprescindible puente entre las redes sociales y las redes móviles que ahora deberá ser definido, de cara al futuro. No tenemos aún la certeza de si será un futuro móvil e inalámbrico, lo que sí sabemos es que nuevas aplicaciones como Feevy, Mughshot Twitter o Jaiku, están gestando nuevos fenómenos que podrían interesarnos. Es lo que De Ugarte denomina un "lugar social", concepto que implica una red mucho más distribuida.
De este modo, pareciera -según dice De Ugarte- que los blogs van dejando de estar centralizados en los propios bloggers y en sus obras, para pasar a estar insertos en una trama más amplia: una red social que los propios usuarios van definiendo y enlazando (una Web-nosotros).
El "yo pienso" se revierte en un "nosotros hacemos" como espacio social en común. Se trata, según De Ugarte, de una lógica que "lleva de forma directa a entender la emisión no desde la metáfora del micro-broadcasting sino desde la emisión continua en el espacio (movilidad) y en el tiempo (twitteo) y el output no como una suma de micromedios, sino como un único medio colectivo que cubre toda la realidad y todas las realidades sobre las que la red social se extiende".
Otra de las importantes cuestiones que plantea de Ugarte es la necesidad de hacer crecer una red en su diversidad. Esta premisa apunta al concepto de enredadera, como metáfora operativa para comprender las redes en su conjunto.
Una enredadera crece "no ensanchando el tronco sino sumando brotes y multiplicando enlaces". Conocemos a distintos grupos de gente, tenemos distintos contactos. Algunos nodos, algunas alianzas que tejemos pueden ser más poderosas o efectivas que otras. Es a partir de nuestros vínculos que exploramos intereses comunes y vamos creando nuestras propias redes. La enredadera plantea más que nada la posibilidad de colaborar y generar proyectos conjuntos con gente que hasta el momento quizás no considerábamos viable para nuestra red pero con las que sin embargo podemos "sembrar" asociaciones.
Barry Wellman, experto en el análisis de las redes sociales, nos dice que «encontramos comunidades organizadas en redes, no en grupos». Según sus explicaciones, «un grupo
es un tipo especial de red: tupido (la mayoría de sus miembros está conectado directamente), estrechamente trabado (la mayoría de los vínculos se dan en el seno del grupo tupido) y ramificado (la mayoría de los vínculos contiene varias relaciones de rol)».

Wellman cuestiona el pensamiento convencional acerca de la organización social en grupos: Aunque se suele pensar que el mundo se organiza en grupos, en realidad se estructura en redes. En las sociedades organizadas en red, las fronteras son permeables, las interacciones se dan con terceros muy diversos, las conexiones alternan entre múltiples redes y las jerarquías pueden ser menos piramidales y más recursivas. La transformación del grupo en red se percibe en muchos niveles. Las comunidades son más extensas, menos trabadas, más ralas y fragmentarias. La mayoría de sus miembros actúa en múltiples comunidades parciales, estrechamente conectadas, cuando trata con las redes de parentesco, vecinos, amigos, compañeros de trabajo y relaciones asociativas. En lugar de integrarse en el mismo grupo de las personas de su entorno, cada individuo tiene su propia «comunidad personal».

El desarrollo tecnológico de las redes informáticas y la proliferación de redes sociales se encuentran, actualmente, en una fase de feedback positivo. Al igual que la flexibilidad de las redes sociales menos trabadas y más dispersas en el espacio fomenta la demanda de una red mundial y una comunicación colaboradora, el desarrollo imparable de redes informáticas nutre la transformación de los pequeños grupos en redes sociales.
Define la «comunidad» como redes de vínculos interpersonales que aportan sociabilidad, apoyo, información, sensación de pertenencia e identidad social.

Wellman prevé que «la persona —no el espacio, el hogar o el grupo de trabajo— llegará a ser un nodo de comunicación aún más autónomo», y observa que «la gente suele obtener apoyo, compañía, información y sensación de pertenencia a través de otras personas que no viven en el mismo barrio o área metropolitana. Se mantienen estos vínculos comunitarios por medio de Internet, donde la persona se ha convertido en el portal», facilitando la creación y gestión de múltiples redes sociales personales.


Bilbiografía:

•RHEINGOLD, Howard. Multitudes inteligentes. La próxima revolución social. Barcelona, Gedisa, 2004. Caps. 2 y 7.
•DAVID DE UGARTE – El Poder de las Redes.

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